Hoy empieza el período, de tres días, de las PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad) o la Selectividad, en su momento la Confederación Nacional de Personas Sordas (CNSE); la Asociación Clave y la Confederación de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) aprovecharon que estos días los estudiantes de varias comunidades Autónomas se enfrentan a las pruebas de acceso a la Universidad para recordar que las universidades y centros de examinación "deben garantizar la accesibilidad y la igualdad de oportunidades". En declaraciones a Servimedia, desde la CNSE apuntaron que estas pruebas "no pueden convertirse en una dificultad añadida", por lo que "deben adoptarse las medidas oportunas para asegurar su acceso en igualdad de oportunidades" a los alumnos sordos. "La administración educativa debe garantizar estos servicios", tanto durante el examen como a lo largo del proceso previo y de la evaluación y comunicación de resultados, señalaron. Entre otros puntos, la CNSE recordó que los estudiantes con discapacidad auditiva deben poder elegir qué adaptaciones prefieren (lengua de signos u apoyos a la comunicación oral), disponen de tiempo extra en los exámenes y tienen derecho a la adaptación de las pruebas de idiomas. La misma idea expresó un portavoz de FIAPAS, quien destacó que "hay que tener en cuenta la heterogeneidad de cada persona y evaluar cada caso en concreto". Por eso es muy importante que en los informes que se envíen desde los institutos se especifique muy bien qué necesidades y qué recursos precisa cada estudiante, agregó. Según explicó, "no es posible improvisar", y si por ejemplo "un alumno requiere un sistema de frecuencia modulada, un bucle de sonido o un intérprete de lengua de signos es inviable disponerlo sin avisar". "Las aulas donde se realice el examen deben tener una acústica adecuada y los alumnos con discapacidad auditiva han de situarse en lugares con buena visión", prosiguió, y reclamó la presencia de "facilitadores para informar a los estudiantes de cualquier incidencia que pudiera suceder durante el transcurso de la prueba". "Aunque un alumno emplee la lengua oral puede no enterarse de la aclaración que haga el examinador sobre una pregunta o su respuesta ante la duda de un compañero", señaló. Finalmente, FIAPAS recordó que es "vital sensibilizar al personal examinador, para que no hablen de espaldas al alumno o bajo una fuente luminosa ni se alarmen cuando vean a alguien con sistemas de Frecuencia Modulada". En declaraciones a Servimedia, FIAPAS y Clave aseguraron conocer casos de estudiantes que han sufrido graves inconvenientes a la hora de examinarse de Selectividad. Las universidades están obligadas por el Real Decreto 1892 de 2008 a facilitar las medidas de apoyo, pero a veces el problema es que nadie les comunica que un alumno con discapacidad auditiva se va a presentar, señalaron desde Clave. Los centros y los estudiantes deben comunicarlo, y "en concreto desde los institutos se ha de precisar qué recursos se necesitan", agregó. Por último, Clave recordó que se debe facilitar un aula con buena acústica, intérpretes de lengua de signos, adaptar las pruebas de idioma y no calificar los fallos en la forma del lenguaje con el mismo rigor. "Es importante que las familias y los centros conozcan todo esto" y lo lleguen a solicitar, concluyó. Fuente. Servimedia.